miércoles, 24 de septiembre de 2025

Manel Dalgó en la Mariqueen

 


“Una velada de transformismo y glamour: Manel Dalgó en La Mariqueen”

Anoche, La Mariqueen se vistió de gala para recibir a Manel Dalgó, que brilló con un espectáculo lleno de arte, emoción y elegancia. Pero no estuvo solo: lo acompañaron Miss Claudia Suárez el artista cubano Kany La Patrona— quienes aportaron su propio carisma y talento a una noche que ya de por sí prometía ser inolvidable, y lo fue.

El resultado: una velada de glamour y espectáculo que convirtió La Mariqueen en el epicentro de la vida nocturna de Madrid. Con permiso del resto salas de la capital.

Desde la entrada, el ambiente era eléctrico. Luces de colores, público expectante y una energía especial que llenaba la sala. La decoración estaba a la altura: un escenario elegante, con el toque cabaretero que caracteriza a La Mariqueen, preparado para recibir lo que sería una auténtica fiesta de transformismo de alto nivel.

Manel Dalgó abrió la noche con fuerza, con un primer número enérgico que puso al público en pie.

Miss Claudia Suárez demostró por qué es una de las transformistas más queridas: números llenos de fuerza escénica, humor y una complicidad especial con el público.
Kany La Patrona, su esposo, aportó su estilo propio, reforzando la velada con presencia, talento y una energía que complementó perfectamente al resto. Los tres jugaron con las miradas, interacción con el público y un ritmo que no decayó en ningún momento.

A la magia del escenario se sumó la presencia de un público lleno de caras conocidas que hicieron de la noche algo aún más especial, entre otras:

  • Anne Marie Rosier, actriz y vedette que compartió durante muchos años escenario con Lina Morgan.

  • Mista Studio, del estudio de fotografía.

  • Supremme de Luxe, presentadora de Drag Race España, cuya maquilladora oficial es Miss Claudia Suárez.

  • Fidel Rodríguez, propietario de Funny Boys, ese maravilloso local en el Yumbo de Las Palmas de Gran Canaria.

    Juan Dresán, director de Rumore-Rumore, acompañado de parte de su equipo. 

Una auténtica pasarela de talento y referentes de la escena nocturna, que aplaudieron y disfrutaron cada número como el resto del público.

  • Los tres artistas llenaron el escenario de elegancia, glamour y saber estar. Y saber estar a la altura de las grandes transformistas internacionales. El cuidado vestuario, peluquería y maquillaje fueron nuestra admiración. Pocos espectáculos de estás características, por desgracia se ven hoy en día en Madrid. Algo que echamos mucho en falta.

  • Los guiños de humor y cercanía que hicieron que el público riera y se sentía parte del show. Fue tal la complicidad con el público que nos sentimos tan a gusto como en el sofá de casa.

  • El cierre, con ovación de pie y un ambiente de celebración que se prolongó mucho después de que se apagaran las luces del escenario.

Lo de anoche no fue solo un espectáculo: fue una reunión de talentos y una celebración del transformismo como arte, transformismo elegante que tanto se echa en falta en los tiempos que corren. No quiero olvidarme de los dos bailarines espectáculares que abrieron el show con hermosas mochilas de plumas y que fueron el centro de muchas miradas.

Una noche de esas que recuerdan que el transformismo está más vivo que nunca, que sigue vivo, que debe seguir vivo y que gracias a estos maravillosos artistas nunca morirá por muchas modas nuevas que haya. Gracias Manel y equipo por regalarnos tanto arte. 

Juan Dresán



martes, 9 de septiembre de 2025

Rumore Rumore en el corazón del Pride Benidorm 2025

 


Rumore Rumore en el corazón del Pride

El Benidorm Pride Festival 2025 lo viví como una experiencia única, una semana en la que la música, la cultura y el orgullo se mezclaron con momentos personales que jamás olvidaré.


Lunes: el inicio de la fiesta

Desde el lunes, los bares del casco antiguo se llenaron de vida. Drag shows improvisados, DJs que encendían la pista y risas compartidas marcaron el arranque del festival. Fue el primer recordatorio de que el Pride no es solo un desfile: es una comunidad que se siente, se vive y se celebra.


Cultura y memoria

Entre tanta fiesta también encontré espacio para la reflexión:

  • Las dos exposiciones me mostraron historias de resistencia y visibilidad LGTBIQ+. Una al aire libre, con referentes que nos miraban desde cada panel; otra en el Espai d’Art, más íntima, sobre cuerpos y deseo.

  • En los Cines Coldy proyectaron una película LGTBIQ+ que cerró con un coloquio. Fue un momento de conexión y aprendizaje, recordando la importancia de vernos reflejados en la pantalla grande.


Miércoles: rosa y complicidad

La Pink Party fue un derroche de color y energía. Mi equipo y yo nos vestimos


los cuatro de rosa, bailando como si ese color nos diera superpoderes. Cada sonrisa, cada gesto, hizo que la noche se sintiera mágica y compartida.



Jueves agua, música y espéctáculos



La Pool Party del jueves nos refrescó y nos puso a bailar bajo el sol. Esa misma noche, en el show Div@s, actuaron más de 25 artistas; no los nombro a todos por miedo a dejarme alguno en el tintero, pero sí quiero destacar a Salva Gascó. Cantó en directo con una voz que nos emocionó a todos y tuvo el detalle de saludar a Rumore Rumore, un gesto que hizo que esa noche se quedara grabada para siempre.


Viernes: la ciudad se enciende


El viernes fue el gran calentamiento para la parade. Desde la tarde, las calles y los bares parecían latir al mismo ritmo: música, performances, disfraces y encuentros que anticipaban la gran fiesta del día siguiente. La atmósfera era eléctrica, como si toda la ciudad estuviera ensayando un grito común de orgullo. Nosotros lo vivimos saltando de un local a otro, dejándonos llevar por la energía y cargándonos de esa adrenalina colectiva que solo el Pride sabe dar.

Sábado: desfile de piratas y emociones

El gran día llegó con la Gran Parade. Este año, mi equipo y yo no fuimos simples participantes: éramos Jack Sparrow y sus hermanos, Maxi y Ángel a mi lado, mientras Jesús capturaba cada momento con fotos y vídeos. Avanzamos entre carrozas, banderas y confeti, recibiendo aplausos y sonrisas del público. Fue una experiencia inolvidable, sentir que eras parte de algo tan grande y colorido.


El escenario principal: música que enciende

Después de la parade, el Auditorio Julio Iglesias se convirtió en un torbellino de música:

  • Locomía desplegó sus abanicos y su estilo inmortal.

  • Yurena entregó su voz y carisma al público, que la recibió como un himno.

  • Kuve aportó frescura y energía pop-rock.

Cada actuación fue un latido más del corazón gigante que es el Pride, sin desmerecer al resto de artistas que se subieron al escenario.


Domingo: clausura y despedida

La semana cerró con las fiestas de clausura. Mientras me despedía de Benidorm, repasaba mentalmente todo lo vivido: las noches de bar desde el lunes, las exposiciones, la película en los Cines Cody, la Pink Party, la Pool Party, la sorpresa de Salva Gascó saludando a Rumore Rumore, y el desfile pirata junto a Maxi y Ángel.

El Benidorm Pride 2025 no fue solo un festival: fue nuestra historia compartida, una celebración de música, memoria y orgullo que ya forma parte de mí.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Divas Ñ. Benidorm Pride

 


 Benidorm, jueves por la noche: el auditorio se vistió de lentejuelas, abanicos y voces que se colaban hasta en los balcones más lejanos. Divas Ñ debutó en el Pride y lo hizo a lo grande: con descaro, con brillo y con un desfile de artistas que parecían competir por ver quién dejaba más boquiabierto al público.

La fórmula muy simple: 26 talentos locales y un escenario que se convirtió en un campo de batalla glitter. Hubo de todo: la que cantó como si fuera a representar a España en Eurovisión, la que se marcó una coreografía milimetrada que no envidiaría a Beyoncé, y también la que decidió que la improvisación es un arte y que el micrófono rebelde no la iba a detener. Spoiler: la improvisación ganó más aplausos que la perfección.

El público, claro, fue otro espectáculo. Desde el minuto uno estaban en pie, con abanicos a toda velocidad (cuidado, aquello parecía un huracán arcoíris), con gritos de “¡guapa, guapa, guapa!” y con esa energía colectiva que convierte cualquier Pride en una celebración inolvidable. La química entre escenario y grada fue brutal, como si todas las divas fueran colegas de toda la vida del público.

¿Lo mejor? La mezcla explosiva: un show que no pretendía ser pulido ni homogéneo, sino una fiesta de la diversidad. Un mosaico donde cada artista puso su granito de purpurina y donde lo local se sintió tan grande como lo internacional.


¿Lo peor? Que fue un no parar. Ni un respiro, ni un número calmado para recuperar fuerzas. Pero, seamos sinceros, ¿alguien viene al Benidorm Pride a descansar? Esto es el Pride, no un spa.

Gracias Santos por esta iniciativa.

Juan Dresán 

Fotos : ZETA STUDIO


miércoles, 27 de agosto de 2025

Refugiados de primera y de segunda. El drama de los menores.

 


Refugiados de primera y de segunda: la infancia que Europa decide mirar

Europa se vanagloria de ser tierra de derechos, justicia y solidaridad. Se proclama defensora de los más vulnerables, especialmente de la infancia. Pero la realidad desmiente el discurso: no todos los niños que huyen del horror son acogidos con el mismo cariño, ni con los mismos derechos.

La diferencia duele. La diferencia se palpa. Depende del pasaporte, del color de piel y del relato que los medios construyen a su alrededor.

Dos guerras, dos Europas

Cuando estalló la guerra en Ucrania, el continente se volcó. Familias enteras abrieron sus casas. Gobiernos improvisaron programas de acogida inmediata. Escuelas adaptaron sus aulas para recibir a los recién llegados. Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo. Europa entera se sintió moralmente obligada a proteger a esos niños rubios de ojos claros que huían de un conflicto a las puertas de la Unión.

Y así debía ser: nadie discute que merecían ayuda. El problema surge cuando comparamos esa respuesta con la que reciben los menores que huyen de guerras africanas, del hambre o del terror de grupos armados. Esos niños, que cruzan el Mediterráneo en pateras, no son recibidos con aplausos ni con banderas. Son encerrados en centros saturados, cuestionados en su edad, tratados como sospechosos antes que como víctimas.

La jerarquía invisible del dolor?

Europa, sin decirlo, establece categorías de refugiados. Los ucranianos son bienvenidos; los africanos, tolerados a regañadientes. A los primeros se les ofrecen permisos de residencia exprés, ayudas económicas, acceso inmediato a la sanidad y la educación. A los segundos se les somete a pruebas de edad invasivas, a meses de papeleo, a la incertidumbre perpetua.

¿Y qué ocurre con los menores que huyen de Siria, Afganistán o Yemen? La respuesta es similar: se enfrentan a la misma desconfianza, al mismo muro invisible que separa la empatía blanca de la empatía selectiva.

¿Por qué esta diferencia?

  • Por proximidad cultural: Europa percibe a Ucrania como “parte de nosotros”; África y Oriente Medio, como “otros”.

  • Por racismo estructural: Cuesta admitirlo, pero la piel oscura y la religión musulmana despiertan más recelo que compasión.

  • Por interés político: Proteger a Ucrania es estratégico; abrir los brazos a África no genera rédito.

Historias que no salen en las noticias

Imagina a Fatou, 14 años, que huyó de Mali después de ver morir a su padre. Tras tres meses de viaje, cruza el mar en una patera abarrotada. Llega a una isla europea y lo primero que oye no es “bienvenida”, sino “identificación”. La registran, la aíslan, la internan en un centro donde comparte colchón con otras dos niñas. No sabe si podrá estudiar. No sabe si alguien la quiere aquí.

Ahora imagina a Ania, 14 años, llegada de Ucrania con su madre. A las dos semanas, tiene un piso asignado, una beca escolar, clases de refuerzo, talleres de integración. El barrio organiza una colecta para que tenga libros y ropa nueva. Nadie la llama “mena”. Nadie duda de su derecho a estar aquí.

Ambas son niñas. Ambas han perdido su infancia por culpa de la guerra. ¿Por qué Europa decide que una merece dignidad y la otra, sospecha?

La herida moral de Occidente

Esta desigualdad no es casualidad: es el reflejo de un continente que aún no se ha desprendido de sus prejuicios coloniales. Mientras sigamos considerando que la vida de algunos vale más que la de otros, mientras la solidaridad se base en el parecido cultural y no en la humanidad compartida, no habrá justicia.

¿Qué debería cambiar?

  • Unificar criterios de acogida: no puede haber refugiados de primera y de segunda.

  • Invertir en protección real para todos los menores: alojamiento digno, escolarización, atención psicológica.

  • Cambiar el relato: dejar de hablar de “oleadas” y “crisis” cuando se trata de niños que huyen del horror.

  • Exigir responsabilidades a los gobiernos: la empatía no puede depender del color de la bandera que flamea sobre un pasaporte.

Porque un niño es un niño

Europa tiene que decidir si sus principios son universales o si son simples discursos vacíos. Porque hoy, mientras acogemos con calidez a unos, dejamos a otros tirados en la cuneta del olvido. Y esa cicatriz no se borra con declaraciones, se borra con justicia.

Un niño africano que huye del hambre y la guerra no vale menos que un niño ucraniano. O todos, o ninguno. Ese debería ser el pacto moral.

Juan Dresán

jueves, 31 de julio de 2025

58 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SITGES

 


Festival de Cine Fantástico de Sitges 2025: Humor y Horror bajo el mismo telón

Del 9 al 19 de octubre de 2025, Sitges volverá a convertirse en la capital mundial del cine fantástico. La 58.ª edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña promete una programación vibrante, cargada de estrenos, homenajes y encuentros con grandes nombres del género.

Una edición marcada por el humor y el horror

El leitmotiv de este año explora cómo la comedia puede convivir con el terror, creando experiencias únicas donde la risa se transforma en un catalizador de nuestras fobias más profundas. El cartel oficial, protagonizado por una calavera con nariz de payaso, simboliza a la perfección este diálogo entre lo lúdico y lo siniestro.

Película inaugural: Alpha

El festival se inaugurará con Alpha, la esperada obra de Julia Ducournau. Esta distopía con tintes de body horror gira en torno a la mutación del cuerpo humano en un mundo dominado por una plaga, reafirmando el compromiso del festival con propuestas arriesgadas y de autor.

Homenajes y aniversarios

Entre los momentos más esperados destaca el tributo al 40 aniversario de Re-Animator. El clásico del horror cómico regresa en una proyección restaurada en 4K, acompañada de actividades especiales para los fans y la presencia de miembros del equipo original.

Invitados internacionales

El certamen contará con invitados de renombre que han marcado la historia del cine fantástico. Directores icónicos, productores visionarios y talentos emergentes se darán cita en Sitges para participar en charlas, presentaciones y encuentros exclusivos con el público.

Un punto de encuentro para los amantes del género

El Festival de Sitges no es solo una pantalla para el mejor cine fantástico: es una experiencia inmersiva que incluye maratones temáticas, realidad virtual, masterclasses y actividades para todos los públicos. Durante diez días, las calles de Sitges se llenarán de cine, cultura y pasión por lo insólito.

¿Por qué no te lo puedes perder?

Porque Sitges no es solo un festival, es una tradición para quienes aman el cine que desafía los límites de la imaginación. Si buscas emociones fuertes, humor retorcido y la oportunidad de descubrir joyas cinematográficas antes que nadie, marca las fechas en tu calendario.

8 RECOMENDOCIONES DE CINE QUEER EN EL SIGUIENTE ENLACE.

https://sitgesfilmfestival.com/en/noticies/eight-genre-and-queer-recommendations-pride


Juan Dresán (RMR tv)

lunes, 7 de julio de 2025

Orgullo Madrid 2025: cuando el marketing eclipsa la lucha

Cada año, la manifestación estatal del Orgullo llena Madrid de color, cuerpos diversos, música, reivindicación y deseo. Es una celebración, sí, pero también una protesta. Un espacio de memoria y de lucha que, en muchos casos, corre el riesgo de diluirse entre vinilos publicitarios y mensajes de marca disfrazados de inclusión.

Las carrozas, aquellas estructuras que antes desbordaban creatividad artesanal, se han convertido en plataformas publicitarias rodantes. Empresas de telecomunicaciones, bancos, cadenas de supermercados, aerolíneas… todas quieren su lugar bajo la bandera arcoíris. Pero no siempre con el compromiso que merece. En muchos casos, no hay una política interna coherente, ni apoyo real al colectivo fuera del mes de julio. Solo presencia, branding y oportunismo.

Y mientras los logotipos bailan en primera fila, muchas de las voces que construyeron este movimiento quedan arrinconadas. Colectivos que llevan décadas peleando en la trinchera social, asociaciones que trabajan en los márgenes, personas que luchan en lo cotidiano por simplemente existir… se ven desplazadas del foco.

Pero hay algo que no cambia, que resiste, que sigue siendo el alma de esta manifestación: la gente que camina. Esa multitud que no sube a carrozas, que no busca escaparate, que viene desde pueblos pequeños, desde lugares donde aún se vive con miedo, desde rincones donde mostrarse sigue siendo un acto valiente.
Vienen en autobuses colectivos, en coches compartidos, se alojan en casas prestadas, ahorran durante meses para poder estar. Y lo hacen con un único objetivo: recordar que nuestros derechos no son un regalo, son una conquista que aún necesita defensa.

Entre esa multitud hay historias invisibles. Personas trans que apenas pueden acceder a un trabajo digno. Familias que luchan contra la LGTBIfobia en los colegios. Mayores que vivieron el franquismo en silencio. Jóvenes racializados que sufren múltiples discriminaciones. Y cada una de ellas carga con su historia como si fuera una pancarta: pesada, frágil y, a la vez, irrenunciable.

No se trata de excluir a las empresas ni de negar su posible aportación. Pero sí de exigirles coherencia. Que no ocupen todo el espacio, que no tapen la voz de quienes verdaderamente necesitan ser escuchados. Que su presencia no se mida en presupuesto, sino en compromiso. Que entiendan que esto no va de marketing, va de derechos humanos.

El Orgullo no puede convertirse en un escaparate de consumo ni en una fiesta domesticada. Porque en un mundo donde los discursos de odio avanzan sin pudor, donde partidos ultras amenazan leyes conquistadas con décadas de lucha, donde aún se asesina, insulta y margina por amar o ser diferente… no podemos permitirnos un Orgullo despolitizado.

Que se celebre, sí. Con música, con baile, con cuerpos libres. Pero también con rabia, con memoria y con conciencia. Y sobre todo, con respeto a quienes, aún hoy, lo dan todo para estar ahí. No en una carroza patrocinada, sino en el asfalto, con las piernas cansadas y el corazón lleno de dignidad.

Porque el Orgullo, cuando es de verdad, no necesita marcas. Solo necesita personas.

Juan Dresán


miércoles, 2 de julio de 2025

Las agresiones homófobas aumentan en España.

 


Las agresiones homófobas aumentan en España: entre la calle y la impunidad

Por Juan Dresán

Alicante, 29 de junio de 2025 – Un joven fue agredido en plena calle cuando recibió una botella en la cara en el centro de Alicante. Él mismo calificó el hecho como un “ataque brutal, homófobo e injustificado”. La Policía Nacional lo investiga como delito de odio, tras la denuncia presentada y la difusión del vídeo por la víctima .

Burgos, 30 de junio de 2025 – En plena celebración del Orgullo, una bailarina trans del espectáculo de la cantante Métrika fue insultada, agredida con hielo y otros objetos durante un concierto popular. El incidente llevó a la cancelación del evento. Al día siguiente, unos 500 vecinos se concentraron para exigir protocolos eficaces y protección real .

Jaén, tras el Orgullo – Un hombre de 30 años sufrió una paliza brutal a manos de varios agresores. Fue golpeado contra el suelo, recibió insultos homófobos y necesitó 11 grapas para cerrar sus heridas. La Federación Arco Iris lo vinculó directamente a un contexto de intimidación constante y pidió justicia .


Violencia al alza: un impulso legal y social urgente

  • Según el informe Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025, las agresiones físicas o verbales subieron del 6,8 % al 16,3 %, afectando aproximadamente a 812 000 personas en el último año. theobjective.com+12es.euronews.com+12rtve.es+12.

  • En la Comunidad de Madrid se registraron 239 incidentes en 2024 (frente a 209 en 2023): solo el 39 % fueron denunciados cadenaser.com.

  • En Cataluña, los casos por LGTBIfobia alcanzaron cifras récord: 318 incidentes en 2024, un aumento del 4,9 % con respecto al año anterior, especialmente en espacios públicos es.wikipedia.org+2elpais.com+2elpais.com+2.


Sensación de impunidad y consecuencias institucionales


¿Qué se necesita urgentemente?

  1. Reconocimiento real de la violencia: ya es innegable que las agresiones no son incidentes aislados, sino un problema estructural.

  2. Aplicación estricta de leyes antibullying y delitos de odio, con seguimiento y sanción efectiva.

  3. Campañas educativas y formación en centros escolares, fuerzas de seguridad y servicios públicos.

  4. Apoyo a las víctimas: líneas como el 028 deben estar accesibles y operativas, y acompañar a las personas agredidas en todo el proceso.

  5. Compromiso político firme, sin tibieza ni silencio, especialmente de gobiernos municipales y autonómicos.


Conclusión

Las recientes agresiones en Alicante, Burgos y Jaén se suman a un patrón alarmante: la violencia homófoba está al alza, las víctimas sienten impunidad y la respuesta institucional aún es parcial. Frente a ello, urge pasar de actos reactivos a una estrategia preventiva sólida y sostenida.

Cada caso no es solo noticia; es señal de que el odio sigue impactando vidas. La sociedad tiene la oportunidad —y el deber— de no mirar hacia otro lado.

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